El Adivino Desprevenido
En el corazón de un bullicioso mercado, un adivino conocido por su habilidad para predecir el futuro de los demás, se encontraba profundamente absorto en sus lecturas y augurios. Personas de todas partes acudían a él en busca de consejos y predicciones sobre sus fortunas, salud y destinos.
Un día, mientras el adivino estaba ocupado interpretando presagios para un cliente, un hombre se le acercó apresuradamente. Con un tono urgente, le informó que las puertas de su casa habían sido forzadas y que todos sus valiosos bienes habían sido robados.
Sorprendido y consternado, el adivino se levantó de un salto y corrió hacia su casa, abandonando su puesto y dejando a sus clientes en asombro. Un observador, que había presenciado la escena, no pudo evitar comentar en voz alta: «Es irónico, ¿no crees? Un hombre que alega ver el futuro de los demás, incapaz de prever un desastre en su propio hogar.»