El Lobo y el Cordero en el Templo

El Lobo y el Cordero en el Templo

En un día marcado por el peligro y la astucia, un pequeño corderito se encontró siendo perseguido por un lobo hambriento. Desesperado por encontrar refugio, el corderito se adentró en un templo cercano, un lugar de santuario y veneración.

El lobo, incapaz de entrar en el sagrado recinto, recurrió a la manipulación. Se acercó al umbral del templo y llamó al cordero, advirtiéndole con falsa preocupación: «Pequeño cordero, si el sacrificador te encuentra aquí, te inmolará en honor a su dios.»

El corderito, atrapado entre dos destinos sombríos, respondió con una determinación inesperada: «¡Mejor así! Prefiero ser víctima de un dios a perecer en tus colmillos. Si mi fin es inevitable, al menos que sea con honor y en un lugar sagrado, no bajo la crueldad y el engaño.»

El lobo, sorprendido por la valentía y la sabiduría del cordero, se retiró del templo, frustrado en su intento de engaño. El corderito, aunque enfrentando un destino incierto, se mantuvo en el templo, eligiendo un final que consideraba más digno y honorable.

La historia del lobo y el cordero en el templo se convirtió en un poderoso recordatorio de que, en situaciones sin salida, la elección de un final honorable es a menudo el último y más significativo acto de autonomía y dignidad.