El Lobo y la Cabra

El Lobo y la Cabra

En una tarde tranquila, un lobo hambriento deambulaba por el bosque en busca de comida. Su búsqueda lo llevó a un precipicio, donde vio a una cabra pastando pacíficamente en un estrecho saliente. Incapaz de alcanzarla por la ubicación peligrosa, el lobo ideó un plan astuto.

Se acercó tanto como el terreno se lo permitía y llamó a la cabra con una voz disimuladamente amistosa: «Oye amiga, ¿por qué no bajas de ahí? Es peligroso estar tan cerca del borde. Además, mira este prado donde estoy yo, está lleno de hierba verde y fresca. Sería mucho más seguro y placentero para ti.»

La cabra, que había observado al lobo acercarse, escuchó sus palabras con una mezcla de cautela y sabiduría. Con una mirada astuta y una sonrisa discreta, le respondió: «Bien sé que no me invitas a disfrutar de ese prado por mi bienestar, sino porque buscas satisfacer tu hambre conmigo como tu plato principal.»

La cabra, consciente de las verdaderas intenciones del lobo, se mantuvo en su seguro refugio en el precipicio, negándose a caer en su trampa. La historia del lobo y la cabra se convirtió en una valiosa enseñanza para todos en el bosque: conocer y reconocer las verdaderas intenciones de los malvados es crucial para no caer en sus engaños.