El Médico Ignorante y la Segunda Oportunidad
En una pequeña ciudad, vivía un médico conocido por su falta de conocimiento y experiencia. Un día, fue llamado para atender a un enfermo, cuyo caso ya había sido revisado por otros médicos más competentes. Estos doctores habían pronosticado una larga recuperación, pero sin peligro de muerte.
Sin embargo, el médico ignorante, tras una breve revisión, declaró sombríamente al paciente que su final estaba cerca y que debía prepararse para el peor desenlace. Conmocionado y resignado, el enfermo se preparó para morir.
Contrariamente a la predicción del médico ignorante, el enfermo comenzó a recuperarse lentamente. Un día, mientras caminaba trabajosamente por la ciudad, se encontró con el médico. Sorprendido, el médico le preguntó con ironía cómo estaban los habitantes del inframundo, suponiendo que había regresado de entre los muertos.
El paciente, con una sonrisa astuta, le respondió: «Están tranquilos, han olvidado sus penas bebiendo agua del río Leteo. Pero he oído que Hades y la Muerte estaban furiosos con los médicos por no permitirles hacer su trabajo. Estuvieron a punto de anotarte en su lista negra, pero intercedí por ti, asegurando que no eras un verdadero médico, sino un malentendido.»
La moraleja nos enseña que debemos ser cautelosos con aquellos que pretenden ofrecer soluciones a nuestros problemas sin tener la preparación o el conocimiento adecuado. Además, resalta la importancia de la misericordia y la segunda oportunidad, incluso en situaciones donde la incompetencia es evidente.