El Perro, el Gallo y la Zorra
En una aventura para explorar el mundo, un perro y un gallo decidieron formar una inusual pero eficaz sociedad. Una noche, mientras buscaban un lugar seguro para descansar, el gallo, como era su costumbre, se posó en una rama alta de un árbol, mientras el perro se recostó al pie del tronco, vigilante y alerta.
Antes del amanecer, el gallo entonó su canto matutino, un sonido que atrajo la atención de una zorra astuta y hambrienta que vagaba por la zona. Con la esperanza de disfrutar de un festín, la zorra se acercó al árbol y, con palabras halagadoras, le pidió al gallo que bajara. «Quisiera besar al animal que posee una voz tan exquisita», dijo con fingida admiración.
El gallo, consciente del peligro pero manteniendo la calma, respondió con astucia: «Por supuesto, pero primero, ¿podrías despertar al portero que duerme al pie del árbol? Él abrirá el camino para que bajes.»
La zorra, cayendo en la trampa y pensando que tenía el control de la situación, se acercó al perro. Pero en el momento en que intentó establecer conversación con el supuesto ‘portero’, el perro, alerta y listo para la acción, saltó sobre la zorra y la atacó, poniendo fin a su amenaza.
La fábula del perro, el gallo y la zorra se convierte en una enseñanza sobre la importancia de la astucia y la colaboración frente a enemigos poderosos. Nos recuerda que a veces, la mejor estrategia es dirigir a un adversario hacia desafíos más grandes que nosotros mismos, especialmente cuando trabajamos en equipo y utilizamos nuestra inteligencia para protegernos.
