El Perro y la Almeja

El Perro y la Almeja

En la orilla de un tranquilo río, un perro acostumbrado a la caza y la recolección vagaba en busca de comida. Este perro tenía una particular afición por los huevos y había desarrollado una habilidad especial para encontrarlos y disfrutarlos.

Un día, mientras exploraba cerca del agua, el perro encontró lo que parecía ser un huevo, pero en realidad era una almeja. Sin detenerse a examinarla detenidamente y guiado por su habitual impulso, se la tragó de inmediato, creyendo haber encontrado un delicioso bocado.

Sin embargo, la almeja resultó ser mucho más dura y peligrosa de lo que esperaba. Al tratar de romperla dentro de su boca, la dura concha de la almeja desgarró sus entrañas, causándole un dolor agudo y repentino. Mientras se retorcía de dolor, el perro reflexionó sobre su error con amarga ironía: «Bien merecido lo tengo, por asumir sin pensar que todo lo redondo son huevos.»

La fábula del perro y la almeja se convirtió en una lección sobre la importancia de la reflexión y la cautela. Nos enseña que no debemos tomar decisiones precipitadas o actuar sin antes reflexionar cuidadosamente, para evitar entrar en problemas inesperados y peligrosos.