El Perro y la Liebre
En el corazón del bosque, un perro de caza, conocido por su habilidad y astucia, capturó un día a una liebre. La liebre, atrapada en las garras del perro, se encontró en una situación desconcertante y dolorosa. El perro, en un comportamiento inusual, alternaba entre morderla suavemente y luego lamerle el hocico con afecto.
Confundida y asustada por esta actitud cambiante, la liebre finalmente se armó de valor y enfrentó a su captor: «¡Decide ya si vas a morderme o a besarme! Necesito saber si soy tu presa o tu amiga. Esta incertidumbre es insoportable.»
El perro, sorprendido por las palabras de la liebre, se detuvo a reflexionar. La actitud del perro reflejaba un conflicto interno entre su naturaleza como cazador y un impulso inesperado de amabilidad hacia la criatura que había capturado.
La fábula del perro y la liebre se convierte en una lección sobre la importancia de la consistencia en nuestras acciones y principios. Nos enseña que un comportamiento incoherente y contradictorio no solo causa confusión y angustia en los demás, sino que también refleja una falta de claridad en nuestras propias intenciones y valores.