El Sol, las Ranas y la Previsión del Futuro
En los días cálidos y brillantes de verano, un rumor recorrió el reino animal: el Sol, la gran estrella que iluminaba el cielo, estaba a punto de casarse. Esta noticia generó una ola de entusiasmo y alegría en la mayoría de las criaturas, que celebraban con algarabía la unión.
Las ranas, que vivían en los pantanos y arroyos, al principio se unieron a la celebración. Sin embargo, en medio del júbilo, una rana anciana y sabia observó con preocupación. “Amigas”, dijo con voz temblorosa, “¿por qué celebramos? El Sol, con su calor, ya disminuye nuestras aguas. Si se casa y tiene descendencia, ¿qué será de nosotros si sus hijos son tan ardientes como él? Nuestros hogares podrían secarse por completo.”
Las otras ranas, al principio sorprendidas por estas palabras, pronto comprendieron la sabiduría de su compañera. Comenzaron a reflexionar sobre las posibles consecuencias de la boda del Sol, entendiendo que un evento feliz para unos podría significar una amenaza para otros.