La Cierva en la Gruta del León
En medio de una desesperada huida de unos cazadores, una cierva aterrorizada buscó refugio en el bosque. Con el corazón palpitante y los pulmones ardiendo, sus ojos se posaron en una gruta aparentemente segura. Sin tiempo para pensar y guiada por el instinto de supervivencia, se adentró rápidamente en la oscuridad de la cueva.
Lo que la cierva no sabía era que la gruta era el hogar de un león. Apenas había entrado, se encontró cara a cara con el feroz depredador. El león, sorprendido por la inesperada visita, no tardó en reaccionar a su instinto natural.
Con la realidad golpeándola como un rayo, la cierva se dio cuenta de su trágico error. En su último aliento, expresó con amargura: «¡Desdichada de mí! En mi afán de escapar de los cazadores humanos, he caído en las garras de un depredador aún más temible.»
La fábula de la cierva en la gruta del león nos ofrece una profunda reflexión sobre la importancia de considerar las consecuencias de nuestras decisiones, especialmente en situaciones de crisis. Nos enseña que, al intentar solucionar un problema, debemos asegurarnos de que la solución no nos conduzca a un peligro aún mayor.