La Gaviota, el Espino y el Murciélago

La Gaviota, el Espino y el Murciélago

En una época donde los animales tenían tratos y negocios entre sí, una gaviota, un murciélago y un espino decidieron formar una sociedad comercial. El murciélago aportó dinero, el espino consiguió telas finas y la gaviota contribuyó con un valioso cargamento de cobre. Juntos, equiparon un barco para navegar hacia tierras lejanas en busca de fortuna.

Sin embargo, el destino tenía otros planes. Una feroz tormenta sorprendió al barco en alta mar, causando su hundimiento. La carga se perdió en las profundidades del océano, y aunque los tres socios sobrevivieron, cada uno enfrentó las consecuencias de su inversión perdida.

Desde aquel día, la gaviota revolotea incansablemente sobre las olas, esperando que el mar devuelva su preciado cobre. El murciélago, temiendo a los acreedores a quienes debe el dinero, se esconde durante el día y solo sale de noche en busca de alimento. Mientras tanto, el espino se aferra a las ropas de los viajeros que pasan cerca, en un intento vano de recuperar sus preciadas telas.

La fábula «La Gaviota, el Espino y el Murciélago» nos enseña sobre las consecuencias imprevistas de los negocios y cómo, a menudo, volvemos a nuestra naturaleza esencial cuando enfrentamos adversidades.