La Mosca
En un cálido día de verano, una mosca aventurera volaba por una cocina, explorando los aromas y sonidos que llenaban el aire. Su atención fue captada por una olla humeante llena de carne jugosa, cuyos olores tentadores la atrajeron irresistiblemente. Con un vuelo audaz, la mosca se sumergió en la olla, sin darse cuenta del peligro que representaba.
Una vez dentro, se encontró nadando en una rica salsa, rodeada de deliciosos trozos de carne. Emocionada por su descubrimiento, se entregó a un festín, comiendo y bebiendo hasta sentirse completamente saciada. Pero pronto, la realidad de su situación se hizo evidente: estaba atrapada y comenzaba a ahogarse en la salsa espesa.
En esos momentos finales, la mosca, consciente de su inminente destino, exclamó con resignación: «He comido, he bebido y me he bañado en abundancia. Si la muerte ha de venir, que venga ahora, pues ya he disfrutado de los placeres que la vida tiene para ofrecer.»