La Paloma y la Hormiga

La Paloma y la Hormiga

En un soleado claro de bosque, cerca de un arroyo murmurante, vivía una hormiga trabajadora. Un día, mientras recolectaba provisiones, la hormiga sedienta se aventuró cerca del arroyo. En su afán por beber, resbaló y cayó a las aguas turbulentas, siendo arrastrada por la corriente.

En un árbol cercano, una paloma observaba el mundo desde su rama favorita. Al ver a la pequeña hormiga luchando contra la corriente, su corazón se conmovió. Con un gesto rápido y cuidadoso, arrancó una hoja de su rama y la dejó caer al arroyo, justo frente a la hormiga. Agarrándose a la hoja como a un salvavidas, la hormiga fue llevada a la orilla, salvando su vida gracias a la amabilidad de la paloma.

Más tarde, mientras la paloma aún se regocijaba por su buena acción, un cazador se acercó sigilosamente, con la intención de capturar al ave desprevenida. La hormiga, recordando la bondad de la paloma, no dudó en actuar. Con valentía, mordió el talón del cazador, sorprendiéndolo y haciéndole errar su disparo. La paloma, alertada por el movimiento, voló rápidamente hacia la seguridad de los cielos.

La fábula «La Paloma y la Hormiga» nos enseña que incluso el más pequeño acto de bondad puede tener un gran impacto y que la gratitud, sin importar cuán humilde sea el benefactor, siempre encuentra una manera de expresarse.