La fábula ‘La Rana Gritona y el León’, es un relato ambientado en la espesa jungla, donde la apariencia y la realidad a menudo entran en conflicto. Esta historia narra el encuentro de un león majestuoso con una rana de voz poderosa, ofreciendo una reflexión sobre la vanidad y la autenticidad.
La Rana Gritona y el León: Una Lección sobre la Vanidad.
En las profundidades de la jungla, donde cada sonido despierta la curiosidad o el temor, un león majestuoso caminaba con paso firme y seguro. De repente, sus oídos captaron un sonido fuerte y persistente, un croar que retumbaba a través de los árboles y el follaje. Intrigado y pensando que el sonido provenía de un animal de gran tamaño o importancia, el león se dirigió hacia la fuente del ruido.
Con ojos agudos y una paciencia digna de un rey, el león observó y esperó. Finalmente, vio emerger de un pantano cercano a una pequeña rana, cuyo croar estridente llenaba el aire. La rana, ajena a la presencia del león, continuaba con sus fuertes y grandilocuentes croares.
El león, sorprendido y algo molesto por la desproporción entre el tamaño del animal y la magnitud de su ruido, se acercó a la rana. Con un movimiento rápido y decidido, aplastó a la pequeña criatura con su pata y murmuró: «Tú, tan insignificante, lanzando esos tremendos gritos.»
Así, mientras el león se alejaba, dejó una lección en la selva: aquellos que hacen mucho ruido y alardean desmesuradamente a menudo carecen de sustancia y verdadero mérito. Es mejor hablar con acciones y hechos que con palabras vacías y ruido.
Moraleja de «La Rana Gritona y el León»:
La fábula ‘La Rana Gritona y el León’ nos enseña que el ruido y la fanfarronería a menudo ocultan una falta de sustancia real. Nos recuerda que la autenticidad y la humildad son más valiosas que la pomposidad y el alarde, y que es mejor ser recordado por nuestras acciones y carácter genuino que por un ruido vacío.