La Viuda y las Criadas: La Consecuencia Inesperada
En una aldea tranquila, vivía una viuda muy diligente y dedicada al trabajo. Para mantener su hogar, contaba con la ayuda de varias criadas jóvenes, que trabajaban duro bajo su supervisión. La viuda, meticulosa con el tiempo, se guiaba por el canto del gallo para despertar a sus criadas antes del amanecer y comenzar las labores diarias.
Exhaustas por el trabajo constante y los despertares prematuros, las criadas idearon un plan para obtener un poco de descanso adicional. Convencidas de que el gallo era el culpable de sus madrugadas, decidieron silenciarlo para siempre, esperando así retrasar sus jornadas de trabajo.
Sin embargo, su plan tuvo un efecto contrario al esperado. La viuda, al no escuchar el canto del gallo, temía quedarse dormida y comenzaba a despertar a sus criadas aún más temprano. Las criadas, ahora con menos sueño y más trabajo, lamentaron su decisión y comprendieron que no habían evaluado bien las consecuencias de sus actos.