Los Dos Escarabajos
En una pequeña isla aislada, pacía un toro solitario, y dos escarabajos encontraron en sus boñigas una fuente inesperada de alimento. Con el pasar de los días, uno de los escarabajos, preocupado por la escasez de alimento que se avecinaba con el invierno, propuso a su compañero una solución: «Iré a la tierra firme en busca de más comida, y si encuentro suficiente, te traeré algo para ayudarte a sobrevivir el invierno.»
Al llegar al continente, el escarabajo viajero descubrió un verdadero paraíso para su especie: campos repletos de animales y, por ende, de frescas y abundantes boñigas. Encantado con su hallazgo, se dedicó a disfrutar de la comida sin pensar en su amigo que dejó atrás.
Al regresar a la isla al final del invierno, su compañero, delgado y hambriento, lo recibió con reproches: «¿Por qué no cumpliste tu promesa de traerme comida?» El escarabajo viajero, ahora gordo y satisfecho, respondió: «No es mi culpa, sino de la naturaleza del lugar. Aunque encontré mucha comida, era imposible llevarla de vuelta debido a mi limitada capacidad de carga.»