Los Dos Perros
En una humilde casa de campo, un hombre tenía dos perros con roles muy distintos. Uno era un ágil perro de caza, entrenado para acompañar a su amo en las aventuras cinegéticas. El otro era un robusto perro guardián, responsable de proteger la casa y alertar de cualquier peligro.
Después de cada jornada de caza, cuando el perro de caza regresaba con el botín, el amo solía darle un pedazo de la presa también al perro guardián. Esto generó resentimiento en el perro de caza, quien un día, incapaz de contener su frustración, expresó su descontento a su compañero: «Es injusto que tú, sin salir a la caza y sin enfrentar los riesgos y fatigas que yo soporto, disfrutes de los frutos de mi trabajo.»
El perro guardián, con una sabiduría inesperada, respondió: «No es a mí a quien debes reclamar, sino a nuestro amo. Él decidió enseñarme a vivir del trabajo ajeno en lugar de enseñarme a cazar como a ti. Yo simplemente hago lo que me han enseñado.»
La fábula de los dos perros se convierte en una reflexión sobre la importancia de la enseñanza y la preparación en la vida. Nos recuerda que debemos esforzarnos por aprender y perfeccionar habilidades valiosas que nos permitan afrontar el futuro con dignidad y autonomía, y que las circunstancias de cada individuo a menudo están moldeadas por las lecciones y oportunidades que se nos presentan.