Los Lobos, los Carneros y el Carnero Mayor
En una época de desconfianza y miedo entre los lobos y los carneros, los lobos idearon un astuto plan para desarmar a sus enemigos. Enviaron emisarios al rebaño de carneros con una oferta seductora: una paz permanente a cambio de que los carneros entregaran a sus fieles perros guardianes.
Mientras la mayoría de los carneros consideraba seriamente la propuesta, creyendo en la posibilidad de una paz duradera, un viejo y sabio carnero se opuso firmemente. Este carnero, un padre experimentado y respetado en el rebaño, enfrentó a los lobos y a sus propios compañeros con una pregunta retórica y reveladora: «¿Cómo puedo confiar en vivir en paz con ustedes, si incluso ahora, bajo la protección de los perros, no puedo pastar tranquilamente?»
La perspicacia del carnero mayor hizo que los otros carneros se detuvieran y reflexionaran. Su pregunta puso en evidencia la verdadera naturaleza de los lobos y la ingenuidad de aceptar una paz a costa de su única línea de defensa.
La fábula de «Los Lobos, los Carneros y el Carnero Mayor» se convirtió en un recordatorio constante para los carneros y para todos en la pradera: nunca debes deshacerte de lo esencial para tu seguridad, especialmente cuando se basa en promesas de aquellos cuyas intenciones pueden no ser sinceras. La prudencia y la precaución deben prevalecer sobre la tentación de una paz ilusoria.