Los Lobos y los Carneros
En las verdes colinas, un rebaño de carneros vivía bajo la vigilancia constante de sus leales perros guardianes. Los lobos, hambrientos y astutos, anhelaban apoderarse de los carneros, pero se encontraban frustrados por la presencia y la protección de los perros. Incapaces de superarlos por la fuerza, los lobos recurrieron a su ingenio y astucia.
Elaboraron un plan y enviaron delegados a los carneros con una propuesta engañosa. «Los perros son la única razón de nuestra enemistad», afirmaron los lobos. «Entreguen a los perros, y la paz reinará entre nosotros. Ya no habrá necesidad de conflictos ni miedos.»
Los carneros, ingenuos y deseosos de paz, creyeron en las palabras de los lobos y tomaron la fatal decisión de entregar a sus protectores. Tan pronto como los perros fueron entregados, los lobos mostraron su verdadera naturaleza. Sin los guardianes para protegerlos, los carneros se convirtieron en presa fácil. Los lobos atacaron, apoderándose del rebaño sin resistencia.
La triste suerte de los carneros se convirtió en una lección amarga para todas las criaturas del campo: nunca debes entregar a aquellos que te brindan apoyo y protección, especialmente a los enemigos. La confianza mal colocada y la ingenuidad pueden llevar a consecuencias devastadoras.