Un hombre adinerado busca una bendición de prosperidad de Sengai, un respetado maestro Zen. La respuesta de Sengai, centrada en el orden natural de la vida y la muerte, revela una profunda comprensión de la verdadera riqueza y el valor de la aceptación.
Sengai y la Verdadera Riqueza: Una Lección de Vida Zen.
Un día, un hombre adinerado se acercó a Sengai, un respetado maestro Zen, y le solicitó un favor especial. Le pidió que escribiera algo que asegurara la continuidad y la prosperidad de su familia a lo largo de las generaciones, una bendición para mantener su fortuna intacta a través del tiempo.
Sengai, tras reflexionar un momento, tomó una hoja de papel de arroz y escribió con cuidado:
- «El padre muere, el hijo muere, el nieto muere.»
El hombre rico, al ver lo escrito, se sintió profundamente ofendido y confundido:
- «Vine en busca de una bendición para mi familia, ¿cómo puede escribir algo tan sombrío y cruel? ¿Es esto una broma?»
Sengai, con serenidad, explicó su intención detrás de las palabras:
- «No es una broma, ni es mi intención ofender. Si su hijo muriera antes que usted, su dolor sería inmenso. Si su nieto muriera antes que su hijo, ambos sufrirían profundamente. Pero si su familia fallece en el orden natural que he descrito, de generación en generación, ese es el curso más natural y sin dolor de la vida. Esa secuencia, donde cada generación vive su vida plenamente antes de pasar, es lo que yo considero verdadera riqueza y bendición.»
La Esencia de la Riqueza: Apreciando el Orden Natural de la Vida.
«Sengai y la Verdadera Riqueza» nos enseña a valorar el orden natural de la vida y a encontrar paz en su aceptación. La historia subraya que la verdadera riqueza se encuentra en vivir una vida plena, permitiendo que cada generación haga lo mismo en su momento adecuado.